De Vuelta al Colegio

28 de Febrero de 2021

 
Columna de Opinión por Luis Flores Quintana, Pbro.

De vuelta al colegio, fue comedia que traspasó generaciones y mostró en lenguaje de cine la complejidad de la educación y como, en ocasiones, se pide a la escuela y a sus alumnos algo que los padres y la sociedad no viven. Los padres y la sociedad estaban representados por el protagonista, un millonario, gerente de una empresa llamada Gordos y Altos, padre preocupado de que su hijo no abandone los estudios, al extremo que, se matricula en la misma facultad para “cuidarlo”. Lo que viene es comedia, donde la sociedad de “Gordos y Altos” no es inocente de lo que hacen y viven los jóvenes.

Mañana, en nuestro país, se reinician las clases escolares. La fecha marca un ritmo para los alumnos, los apoderados y para el país.  Pareciera, incluso, que con el inicio del año escolar, parte todo de nuevo. Vale la pena reflexionar sobre las escuelas y colegios y este retorno.

Las comunidades educativas son instituciones que nos marcan y nos hacen mucho bien, también nos hacen caer en la ilusión que, al egresar ya hemos aprendido todo. Esto es grave porque, ya de adultos, creer que somos sabios y que no necesitamos aprender nos hace soberbios y deteriora el clima de todas las relaciones humanas. Aprender es una experiencia humana, que no acaba cuando se egresa de las instituciones educativas. Además, la escuela o colegio no es el único lugar donde se aprende, la sociedad, la cultura y especialmente la familia son nuestros nutrientes básicos de lo que aprendemos.

Nunca antes el retorno a clases tuvo tantas preguntas que, la ansiedad y la incertidumbre, apenas, adormecidas por el verano, despiertan con todo su vigor: ¿Cómo serán las clases? ¿hasta cuándo serán así? ¿Se vacunará a los alumnos? ¿Se recuperará lo no aprendido el año pasado? ¿Cuándo todo será normal? Lentamente se inicia el momento tan esperado, volveremos a vernos. Es el momento de demostrar que no todo ha sido en vano, que hemos aprendido.

Toda pregunta puede convertirse en un aprendizaje, entonces, que no nos asusten tantas interrogantes al inicio del año. Mas bien, temamos no saber formularlas bien o, hacerlo en lugares equivocados. En esto, de todos los maestros que la humanidad reconoce, quien más preguntas realiza es Jesús el maestro de los cristianos, ¿qué buscan? le preguntó a unos jóvenes; ¿quieres sanarte? interpeló a un postrado ¿por qué me pegas? le preguntó a su agresor; ¿por qué me llamas bueno? a uno que lo admiraba ¿por qué lloras? a una mujer desconsolada. Las preguntas desencadenan procesos de aprendizaje.

El retorno a clases es responsabilidad de todos. No hagamos de ello una comedia, aunque lo parezca. Nunca la escuela ha sido la solución a problemas personales, laborales o familiares. Las muchas preguntas que tenemos, nos sirvan para mejorar y aportar.